3 Uso de los signos ortográficos

3.2 Signos de puntuación

3.2.10 los puntos suspensivos

Los puntos suspensivos (...) tienen como función principal señalar una suspensión o una omisión en el discurso. Cuando cierran el enunciado, la palabra siguiente debe escribirse con mayúscula inicial:

El caso es que si lloviese... Mejor no pensar en esa posibilidad.

En cambio, si el enunciado continúa tras ellos, la palabra que sigue se inicia con minúscula:

Estoy pensando que... aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.

3.2.10.1

Para indicar la suspensión del discurso con fines expresivos. Cuando el uso de los puntos suspensivos responde a necesidades expresivas de carácter subjetivo, funcionan como indicadores de modalidad (→ págs. 60-61) y tienen los siguientes valores:

a) Indican la existencia de una pausa transitoria en el discurso que expresa duda, temor o vacilación:

El niño dice que él no ha roto el jarrón...

Te llaman del hospital... Espero que sean buenas noticias.

Quería preguntarte..., bueno..., que si quieres ir conmigo a la fiesta.

b) Dejan el enunciado en suspenso con el fin de crear expectación (Si yo te contara...) o por cualquier otro motivo (Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable... No quiero seguir hablando de ello).

c) A veces, sin que impliquen omisión, señalan la existencia de pausas que demoran enfáticamente el enunciado: Ser... o no ser... Esa es la cuestión.

3.2.10.2

Para señalar la omisión de parte del texto. Los puntos suspensivos se emplean, además, para indicar que se omiten palabras del texto, bien porque son innecesarias para descifrar el mensaje, bien porque resultan ya conocidas para el lector. Se relacionan a continuación estos usos:

a) Señalan la interrupción voluntaria de un discurso cuyo final se da por conocido o sobrentendido por el interlocutor:

A pesar de que prepararon cuidadosamente la expedición, llevaron materiales de primera y guías muy experimentados... Bueno, ya se sabe cómo acabó la cosa.

Es especialmente frecuente este uso cuando se reproduce un refrán o un fragmento literario de sobra conocido:

A quien madruga..., así que dense prisa.

Y en mitad de la fiesta, se subió a una mesa y comenzó a recitar: «Con diez cañones por banda...».

b) Se usan para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra ya mencionada:

La obra Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti, está llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto... contienen algunos de los mejores hallazgos expresivos del autor.

c) Sirven para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes:

¡Qué hijo de... está hecho!

A veces se colocan tras la letra inicial del término que se insinúa:

Vete a la m... No te aguanto más.

d) Se emplean al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera o su abreviatura:

Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música...

Debe evitarse, por redundante, la aparición conjunta de ambos elementos:

Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música, etcétera...

e) Entre corchetes [...] o, menos frecuentemente, entre paréntesis (...), los puntos suspensivos indican la supresión de una palabra o un fragmento en medio de una cita textual:

«Fui don Quijote de la Mancha y soy agora [...] Alonso Quijano el Bueno» (Cervantes Quijote II).

Cuando la marca de supresión coincida con signos de puntuación, se conservarán los necesarios para que el fragmento resultante siga estando adecuadamente puntuado.

Si se quiere dejar claro que la reproducción de una cita textual no se hace desde el comienzo mismo del enunciado, es posible (aunque no obligado) escribir puntos suspensivos al inicio de la cita, sin paréntesis ni corchetes, dejando un blanco de separación respecto de la palabra a la que preceden:

Al final de su intervención, el alcalde pidió «... colaboración de los ciudadanos para llevar adelante la propuesta».

Asimismo, para indicar que el enunciado continúa más allá de la última palabra reproducida, pueden escribirse puntos suspensivos tras la última palabra de la cita, sin paréntesis ni corchetes y sin blanco de separación con respecto al texto que antecede:

El alcalde pidió «... la colaboración de los ciudadanos para llevar adelante la propuesta...» y siguió exponiendo sus planes.

3.2.10.3

Concurrencia de los puntos suspensivos con otros signos. Los puntos suspensivos son incompatibles con el punto; por tanto, cuando aparecen al final del enunciado, no debe añadirse tras ellos un punto de cierre:

Me encanta esta casa. Es hermoso despertarse y ver el sol, los árboles, la luz en las ventanas... Creo que volveré el año que viene.

Pero, si los puntos suspensivos van detrás de una abreviatura, se suma a ellos el punto que la cierra, de modo que se escribirán cuatro puntos en total:

Algunas abreviaturas con tilde son pág., cód., admón....

Los puntos suspensivos sí pueden concurrir con el resto de los signos de puntuación y, en ese caso, deben seguirse las siguientes pautas:

a) La coma, el punto y coma y los dos puntos se posponen a los puntos suspensivos. No debe dejarse entre ambos signos ningún espacio de separación:

Cuando decidas los colores, las telas..., te haré el presupuesto.

Una cosa no quedó clara...: ¿desde cuándo se aplicará esta medida?

La presencia de esos signos responde a los criterios generales de puntuación que se seguirían si no apareciesen los puntos suspensivos. Por lo tanto, un ejemplo como Ya sé que me lo prohibiste, pero..., he avisado..., a papá está mal puntuado (como también lo estaría Ya sé que me lo prohibiste, pero, he avisado, a papá). La puntuación correcta será Ya sé que me lo prohibiste, pero... he avisado... a papá.

b) Cuando se combinan con signos dobles, los puntos suspensivos preceden a la raya, el paréntesis o las comillas de cierre si lo que se omite o se sobrentiende forma parte del discurso enmarcado por esos signos:

Está encantado con su nuevo Picasso (yo diría que es falso, pero...).

Ya lo dijo Arquímedes: «Dadme un punto de apoyo...».

En cambio, si el texto elidido corresponde al discurso principal, los puntos suspensivos se escriben tras los mencionados signos de cierre:

El paisaje chileno ofrece muchos atractivos: mar y montaña (el Pacífico y los Andes recorren el país de norte a sur), lagos y volcanes (como los de la X Región), desiertos (Atacama)...

c) Cuando los puntos suspensivos concurren con los signos de interrogación o exclamación, preceden a los signos de cierre si el enunciado interrogativo o exclamativo está incompleto:

¡Si te dije que...! Es inútil, nunca haces caso a nadie.

Pero, si el enunciado interrogativo o exclamativo está completo, los puntos suspensivos se escriben detrás, sin espacio de separación:

¿Me habrá traído los libros?... Seguro que sí.

Pueden darse casos en que se junten el punto de una abreviatura, los puntos suspensivos y el signo de cierre de interrogación o exclamación:

¿De verdad conoce todos esos países: México, Puerto Rico, Cuba, Panamá, Costa Rica, EE. UU....?

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    Ortografía básica de la lengua española [en línea], https://www.rae.es/ortografía-básica/uso-de-los-signos-ortográficos/signos-de-puntuación/los-puntos-suspensivos. [Consulta: 30/06/2024].

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