escelotírbico

Se documenta por primera vez, con la variante scelotyrbico y la acepción 'que combate o previene el escelotirbe', en 1807, en la Explicación de la naturaleza, principios, virtudes, usos y dósis de las preparaciones y composiciones de la farmacopéa de España de J. M. Paz Rodríguez, en la que se explicita la posología del jarabe de coclearia escelotírbico, el cual se define como "un buen medicamento anti-escorbútico", especialmente efectivo en la curación de las características úlceras que genera la enfermedad del escorbuto o escelotirbe. Como ponen de manifiesto los escasos testimonios atestiguados, esta fórmula fue descubierta y divulgada unos siglos antes por el médico holandés Pieter van Foreest (más conocido por su nombre latinizado, Petrus Forestus, e, incluso, españolizado, Pedro Foresto), probablemente en su estudio sobre el escorbuto. De hecho, el uso de este adjetivo, con este valor, se limita a modificar y especificar la voz jarabe. Por otro lado, en 1822 se consigna, por primera y única vez, con la acepción de '[persona] que tiene escelotirbe', con el valor de corea, en el volumen VIII de la traducción del Diccionario de Ciencias Médicas, por una sociedad de los mas célebres profesores de Europa, en la que se relata que muchos de los enfermos escelotírbicos (así como otros fanáticos) realizaban la tradicional romería a la capilla de San Vito, ubicada en Ulm (Alemania), para ofrecerle al santo sus votos y oraciones, con el fin de que este les salvara de los movimientos convulsivos e involuntarios corporales que padecían.