estila(d)era

Diccionario histórico del español de Canarias

destiladera, destila, estila(d)era

 

destiladera, destila, estila(d)era. f. piedra de destilar [= piedra arenisca de forma semiesférica ahondada con la que se filtra el agua para beber]. Tb. el mueble que contiene dicha piedra, el bernegal y el jarro para beber.

                1743 (1978) Inventario de varias casas de los Carta (p.335): 1 destiladera con sus armas de firme en la pared. Ibídem (p.336): Una destiladera con sus armas de firme que esta en el corredor delante de las puertas de la sala con su tinajita. 28-x-1762 Documentos de las escribanías (p.206): Un Velon, un almires de metal, una Caldera grande de cobre, una estiladera con sus armas [...].

                1813 (1978) Obras en la reedificación (p.375): [...] ajuste con Juan Alonzo cada bueno de vidrio a toston poniendo el la madera son 56 vidrios junto a las estiladeras que son dies ocho pesos, sinco reales, sinco quartos. 1846-66 (1982) Álvarez Rixo Historia del Puerto de Arrecife (p.50): [...] con tres destilas de más reciente construcción [...]. Ibídem (p.51): Todavía hacia la parte del naciente, permanece una destila arruinada [...]. a1887 (1993) Maffiotte Glosario (p.69): Destiladera. s.f. Destilador, aparato para filtrar el agua; se compone de una armazón de madera, de tres pisos: en el superior se coloca el filtro ó piedra de destilar; en el inmediato inferior se pone el bernegal, con su tapadera, y el jarro para beber; y en el bajo, un lebrillo ó cualquier otra vasija, que sirve para recoger el agua sobrante que se filtra del bernegal. 1889 (1897) Zerolo La lengua (p.165): Destiladera. s.f. Armario cuadrado, más alto que ancho, con paredes de rejilla, que tiene en su parte más alta una «piedra de destilar» sostenida por sus bordes; debajo de ésta, en una tabla con un agujero redondo, que divide la destiladera en dos partes casi iguales, se halla el «bernegal», tapado con un platillo agujereado (que deja pasar las gotas de agua que destilan de la piedra), y el jarro, cántara ó vaso para servirla. En la piedra arraiga perfectamente el culantrillo, que cubre las partes inferior y laterales de ella con su verdor perenne. En muchas casas se halla la destiladera en un vano de la pared hecho ex profeso. 1896 (1907) Millares Carta de La Habana (p.44): La escalera endeble y oscilante conducía á un corredor descubierto, en cuya extremidad y apoyada al muro hallábase la pila con su destiladera cubierta de fresco culantrillo, su bernegal de barro, encarnado y húmedo, y el caracol que servía para sacar el agua. 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.63): Esa es la destiladera díjome mi cicerone; como V. vé, no es más que una armadura de madera abierta por arriba, para colocar en dicho sitio la piedra de destilar, una piedra del país, de arenisca, endurecida al aire, muy porosa y tallada en forma de medio huevo y hueco su interior; llena de agua, ésta se filtra, gota á gota, por su fondo debido á su porosidad, cayendo á un recipiente de barro denominado Bernegal. fin. s.xix (1994) Hernández Recetas (p.235): Las natas de leche guisada se van juntando en un pomo con tapa y en sitio fresco, que lo mejor es en la destiladera. Se juntan todos los días, durante cinco o seis.

                1901 (1985) Bethencourt Alfonso Respuestas (p.165): Uno de los rincones (de la casa majorera) la (sic) ocupa el filtro o destiladera, con su bernegal y talla, cubierta ésta con un paño blanco, y ambas adornadas con platos, tazas, botellas, etc. de loza fina. 1901 Beyro Chocheces de un párroco: [...] la destiladera pintada de verde, en la que rodean á la talla de barro cocido, los platos, jarras y tazones pintarrajeados, y hojas verdes y flores rojas y ramas frescas de laurel ó gajos de helechos para conservar más fresca el agua que destila por entre el musgo y el menudo culantrillo. 15-iv-1903 Sarmiento Pino (p.5): A un lado de la puerta, la destiladera [estiladera, en la edición posterior en libro] coronada de culantrillo, y entre sus verdes barrotes, el bernegal ventrudo [...]. 1908 (1978) Guerra La Lapa (p.84): ¿Quién llama? Pancho el del Majuelo. Una lagrimita de agua para un chico esmorecío. ¡Mal avío! Ni una escurraja en la destiladera, cho Pancho. ¡Como hay Dios, que ni una escurraja! ¡A la prima cantó la olla! Todo sea por Dios. 1924 Millares Léxico de GC (pp.133-134): La pila es una especie de armario del tamaño de un hombre, formado por cuatro largueros cuya extremidad superior libre soporta el depósito del agua, la destiladera, piedra porosa cuya superficie exterior se cubre de un barro negruzco en el que arraiga y crece el culantrillo como una inculta cabellera. El armatroste está dividido en dos partes iguales por una tabla en la que descansa el «bernegal», cántara de barro panzuda, tapada por un plato horadado en el centro para dar paso al agua que cae lentamente y gota a gota de la destiladera, con apacible ritmo que convida al ensueño. 1927 Supuesto prólogo (p.10): Mire, señor, cuantaj vecej se me vienen a laj mientej [...] aquella estilaera con su piedra llena e culantrillo y' el bernegal siempre rebosando, con aquel' arro e vridio, reluciente com' una planta, dándoli' a' uno ganaj e beber, maj que no tuvia sée, no lo puéo remeiar, se me arrayan loj ojoj, señor. 1932 Crosa Folías (p.63): Las flores que me trujiste/ puse en la destiladera/ y el agua del vernegal/ paice que está más fresca. a1940 Martí «Milhombres» (p.31): [...] llegó «Milhombres», envuelto en su manta, como de costumbre, al rincón del emparrado, junto a la «destiladera», donde Rosario [...] lloraba sus cuitas [...]. 1958 Loynaz Verano en Tf (p.87): [...] pero al barrio le queda su peculiar fisonomía, y no es extraño encontrar en sus moradas aquellos techos de centenaria tea, ventanas de postigo, con asiento de poyo bajo el alféizar y alguna que otra destiladera arcaica. Ibídem (p.260): Tiene el mueble de mi relato una presencia inconfundible, casi pudiéramos decir una personalidad propia, pues es siempre uno solo en cada hogar y se le llama familiarmente la destiladera.

¨A pesar de la documentación más tardía, la acepción de «piedra de destilar» debe de ser la originaria. Lo que ha sucedido es que se ha generalizado luego la acepción correspondiente al mueble que la contiene, de modo que aquella ha quedado en segundo plano. Pérez Vidal Vivienda (p.86) ofrece amplia información sobre los tipos de destiladeras que, como en América, también pueden estar «en una vano de la pared; otra, volada en el antepecho de un corredor; la tercera, de mueble completamente exento». El dea i la califica como regional, basándose en un texto de Manuel Alvar dedicado a las islas. Desde el drae-25 la Academia la registra en Canarias y América con el significado de «Filtro para clarificar un líquido», localización que ya apuntaba Zerolo La Lengua (p.165: «En gran parte de América se usa este mueble, dándosele el mismo nombre que en Canarias en el Perú y en Chile») y que en 1901 ofrecía Toro y Gómez en su Diccionario. Aunque el due i la considere «palabra no usual», continúa siendo un mueble de la cultura tradicional, conservado y todavía en uso en algunos hogares canarios.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

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