mano

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mano, manilla

 

mano, manilla. f. Conjunto de personas. Tb. de cosas.

                1932 Millares Cómo hablan los canarios (p.100): Colección, conjunto de... Allí se reunieron una mano de estúpidos, de mentecatos, de arritrancos.

¨Solo se cuenta con esta cita de Millares, lo que demuestra el poco uso que debió tener esta acepción figurada de mano. En el drae-01, la acepción 19 está sin duda relacionada con la propuesta por Millares: «Número de personas unidas para un trabajo», pero la 30, que se localiza en Cuba, es igual a la canaria: «Cantidad grande de personas, animales o cosas aglomeradas en un lugar. Mano de gente».

2. Cada uno de los gajos o haces del racimo de plátanos.

                1932 Capote Cultivo del plátano (p.21): Los frutos están agrupados en número de ocho hasta cuarenta en dos o tres filas superpuestas y unidas en un receptáculo en forma de arco que denominan «mano». Estos grupos, cuyo conjunto constituye el racimo, están aislados y dispuestos de tal forma que uniéndolos sucesivamente por una línea continua se obtiene una hélice. Cada vuelta completa de espira comprende tres grupos o manos. 1949 Steffen Lexicología (p.88): Manilla de plátanos o mano de plátanos (el primero recogido por nosotros) [...]. 19-xi-1953 Doreste Vegueta (p.9): Doña Nieves sacaba de la despensa una mano de plátanos, y comenzaba a contar las faltas.

¨Mano, con este mismo significado canario, se documenta en varios países americanos, como Cuba (ya la trae Pichardo en 1836), Venezuela (Alvarado), Puerto Rico (Malaret Voc.P.Rico), la República Dominicana (Patín Maceo Americanismos, que también la localiza en Honduras), Tabasco (México) (Santamaría Dicc. mejicanismos), Ecuador y Perú (Morínigo), y Colombia (Haensch/Werner Dicc. col.). Álvarez Nazario Herencia (p.175) piensa que la voz partió de Canarias. La acepción 31 del drae-01 se localiza en Cuba y Venezuela; «Conjunto de plátanos que quedan unidos por un extremo luego de ser separados del racimo». Vid.t. el damer. Manilla, formalmente diminutivo, se ha lexicalizado igualándose a mano.

3. ~ abajo y ~ arriba. locs. susts. En la lucha canaria: Modos diferentes de agarrar por el pantalón al contrincante.

                1899 Ramírez Donde nací (p.144): Pero el majorero era muy ladino: luchaba mano abajo, con mucha desenvoltura, y Pepillo le vió ovillar, en el extremo del calzón [...].

                16-iii-1914 Jable (La Opinión, p.1): El traje de los luchadores consiste en una burda camisa, cuyas mangas recogen arrollándolas hacia los biceps y pantalón corto, á medio muslo, en el que se agarra el contrincante, ya en mano arriba que consiste en pasar el brazo por la boca del calzón hasta llegar a la parte de la abertura, donde cierra el puño, agarrando una parte prudencial de la tela, o mano abajo, que es coger el extremo del pantalón, dando una vuelta para que no se zafe, dejando ceñida la tela al muslo. 14-xi-1925 Jable (El Progreso, p.2): Excepción hecha de los luchadores de Gran Canaria, en todo el archipiélago se agarra «mano abajo». Por tanto, en nada se falta, a la lógica si aseguramos, ante este hecho innegable, que la verdadera lucha canaria es la que se practica agarrando «mano abajo». Con la mano izquierda en la bocapierna del pantalón quedan sueltos los hombres, en disposición para toda, absolutamente toda defensa así de fuerza como de agilidad, y cualquier hombre mediano se puede defender de un contrario mucho más fuerte. Al mismo tiempo se está en condiciones de atacar por toda lucha, lo que es imposible con el sistema de agarrar «mano arriba». 19-vi-1928 Jable (El Progreso, p.2): En Las Palmas tuvieron el domingo un desafío a cinco luchas agarrando mano abajo, los formidables atletas Justo Mesa, de aquella ciudad, y «Pollo de Uga», de Lanzarote, que fué derrotado. iii-1946 (1948) Marrero Lucha (p.6): Pero estimo que no hay por qué cambiar ni el pantalón ancho, aquí en uso, ni la peculiar forma de la mano arriba. a1959 (2007) Rivero Crónicas (p.99): Ventajas y desventajas respecto de la «mano abajo». [...] Para nosotros no existe la menor duda de que la lucha «mano abajo» es de más juego y, por consiguiente, más artística [...].

¨Mano abajo es la manera general hoy de agarrar al contrincante, en todas las islas. Antes de que se produjera la unificación, en Gran Canaria se empleaba la locución mano arriba, que según Guerra Navarro (s.v. arriba (mano)), consistía «en meter el brazo izquierdo por bajo el ancho y arrollado pernil de la nagüeta o calzón de luchas, aferrando luego la mano en la espalda de la prenda por una abertura dispuesta en la pretina».

4. (~ de) componte. (Arc.). Paliza o tunda. U.m. con el verbo «dar».

                1898 Guillón Barrús El Cacique (p.159): Cho Sixto, despierto como estaba, vio visiones que le llenaban de espanto el ánima. La Guardia civil prendía a su hijo, le daba componte, le hacía los cardenales en las espaldas y luego se lo llevaba para Santa Cruz y lo metía en el cuartel [...].

                15-iv-1946 (1976) Guerra Cuentos i (p.381): Un día que cobrando alquileres de unas casitas del Risco se tuvo una elevada, porque un arquilino que sabía de pluma le reclamó el recibo con el sello inmóvil correspondiente, y estuvieron a pique de darle una mano de componte, terció mi compadre Pepe Monagas, que lo sacó por los pelos de la embrujina, dando la cara por él porque entendió que no había derecho. 1948 (1969) Guerra Cuentos ii (p.90): A unos diez metros, Pepe conoció que era el bragado vecino. Y rompió a sudar como entre las mantas de un andancio: «Este me va a dar una mano de componte que más nunca me aclara», pensó rápidamente. 1955 Pérez Vidal Aportación (p.168): Coinciden también el español de Canarias y el de América en la abundancia de palabras y acepciones arcaicas; una frecuencia de arcaísmos que, como en España, se da principalmente en la lengua popular: [...] componte 'castigo' [...]. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.71): ¡Como llegues a parir aquí... hoy no, pero en cuanto te empeleches, te doy una mano de componte, Epifanía...! Ibídem (p.286): Pensé que tenía que ganarme el aire al costo que costare, cogiéndoles la vez a los encochinados colingos, no fueran a darme la mano de componte que tan a pulso me había ganado.

¨Espina señala que componte, en Cuba, «Es una especie de castigo que se usaba en el ejército; el término proviene de la orden: ¡Componte!, prepárate para ser azotado». Y, por su parte, Álvarez Nazario Herencia (p.224) especifica que «en Puerto Rico (y también en Cuba) se dijo por la época final de la colonia española del tormento o castigo corporal que imponían los agentes de la seguridad pública o guardias civiles, en nuestro país, específicamente, durante el año 1887 ("Época del Componte"), a los criollos sospechosos de sustentar ideas políticas liberales y autonomistas».

5. como con la ~. loc. adv. Con eficacia o de manera eficaz.

                10-xii-1834 Jable (Boletín Oficial de Canarias, p.3): Puedo á segurar, dice Levanchez, bajo la fé sincera de la observacion, que á los diez ó veinte dias de haberse aplicado la lavativa, y el agua azucarada, cargada de albumina, se encontraban sumamente aliviados los enfermos, y ellos mismos lo anunciaban diciendo que los dolores se les habian quitado como con la mano. 20-ix-1897 Jable (La Opinión, p.1): ¡Paciencia, Tijeretero! Y si con estas cosas te exitas (sic) mucho, un poco de tila y ¡como con la mano!

                25-v-1934 Jable (Hoy i, p.8): El shoot fue del interior derecho, pero el goal lo ejecutó Dixie. Sereno y sonriente el formidable Dean le bastó colocar diestramente, como con la mano, un pase de cabeza que su compañero remató a placer. ii-1947 (1976) Guerra Cuentos i (p.498): Aparentemente todo había salido como con la mano. Se reunieron los templarios en el sitio convenido. Y de repente se notó que Pepito Monagas faltaba. Lo había perdido un antojo. Cuando volvía de retirada sintió un quejidito. Se fue orientando por aquella voz hasta dar con un baifo de unos veinte días, tan granado que cualquiera cae en la tentación. v-1947 Ibídem (p.457): Ciertos enfermos de dolores, de molimientos, de puntadas repentinas, curan como con la mano si el curandero o el amañado le aplica su aliento el vajo, que llaman impregnado de un batumerio fuerte: por ejemplo, de ron. 1948 (1969) Guerra Cuentos ii (p.22): El muchacho trincó decidido la pata de un taburete antiguo, de tea ella, que estaba allí para juez de tales litigos, se subió en una silla detrás del Brígido, lo fue cuadrando, lo apulsó bien, y ¡riáaan!, le metió tan fuerte toletazo en todo lo alto de la melona, que el matón dobló sin decir pío. Fue como con la mano. Quitáronle al durmiente el mastrote, lo arrastraron como un saco de papas hasta la calle y aquí no ha pasado nada. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.57): Resurta de ser que un chiquito d'uno de jasquí se tragó, ahora pocuá, dos pesetas, de plata ellas, al mou jugando. Séase por daño, pues le apeñuscaron en los sentros del estómago, séase por interés que de too se ha dicho, los padres agarraron y lo llevaron ca la Robensina. Ella le mandó una toma y ha sío como con la mano. El muchacho tuvo su despeño y las largó a tirito.

¨Los diccionarios consultados no recogen esta locución que podría no ser estrictamente canaria y tener presencia en otras variedades del español.

 

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