manométrico

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'que sirve para medir la presión de los fluidos', en 1841, en la Traducción del Curso elemental de Física de N. Deguin, de V. González Valledor. Con este valor se atestigua a menudo modificando a sustantivos que designan aparatos o instrumentos de medida (como termómetro y romana) o bien otros objetos empleados a modo manómetros, cuyas variaciones reflejan de algún modo la magnitud de la presión ejercida sobre ellos (tubo, cápsula, etc.). Como 'perteneciente o relativo a la manometría (| técnica diagnóstica empleada para medir los cambios de presión o la fuerza de contracción de distintos órganos)', se atestigua en 1890, en un artículo de La Ilustración (Barcelona). Por fin, como 'perteneciente o relativo al manómetro' se registra por primera vez el el DRAE-1899 y, al margen de las obras lexicográficas, en 1912, en la Revista de Sanidad Militar (Madrid). Empleada en este sentido, la voz suele documentarse modificando a sustantivos que designan, bien partes del manómetro (aguja, saeta, escala), bien acciones o cualidades relacionadas con el funcionamiento del manómetro (oscilación).