1 Uso de las letras

1.4 La representación gráfica de los fonemas

1.4.1 la representación gráfica de las vocales

1.4.1.1

/a/, /e/, /o/. Estos tres fonemas vocálicos se representan siempre con la misma letra: el fonema /a/ con la letra a (asa, par); el fonema /e/ con la letra e (este, pez), y el fonema /o/ con la letra o (oso, por).

1.4.1.2

/i/. El fonema /i/ puede representarse en español con dos letras: i o y.

a) Debe usarse siempre la letra i, salvo en los casos en que las normas prescriben o admiten el uso de y (→ b); así pues, la i puede aparecer en representación de este fonema en cualquier posición: isla, aire, tierno, ti, allí.

En español, casi todas las palabras que comienzan por el fonema /i/ seguido de otra vocal se escriben con h-: hiato, hiedra, hiel, hielo, hiena, hierático, hierba, hierro, hioides, etc. Son excepción algunas voces procedentes del griego o creadas sobre raíces griegas, como ion, iodo, iota o iatrogenia.

El fonema /i/ en posición inicial de palabra o de sílaba seguido de otra vocal con la que forma diptongo tiende a convertirse, en la pronunciación espontánea, en el fonema consonántico /y/ (solemos pronunciar [yédra], [yérba], [desyerbár], [yérro], [yódo], etc.); por eso, algunas de las palabras que comienzan por la secuencia hi- o i- + vocal, o que la contienen, presentan variantes gráficas escritas con y (en los ejemplos que siguen, se cita en primer lugar la variante preferida en cada caso); así, son válidas las grafías hiedra / yedra, hierba / yerba (también en sus compuestos y derivados, como hierbabuena / yerbabuena o desyerbar / deshierbar), yatrogenia / iatrogenia o yodo / iodo.

b) Se usa la letra y con valor vocálico en los casos siguientes:

• Cuando se trata de la conjunción copulativa y: coser y cantar; este y aquel; madera y hierro.

▪ La y copulativa se transforma en e cuando precede a una palabra que empieza por /i/ (en la escritura i-, hi- o, excepcionalmente, y-): único e irrepetible; aguja e hilo; Sanz e Yrigoyen; pero mantiene su forma originaria cuando la palabra siguiente comienza por un diptongo de /i/ + vocal: madera y hierro. Tampoco se transforma cuando es tónica y tiene valor adverbial en oraciones interrogativas: ¿Y Inés? [í inés] (‘¿dónde está Inés?’ o ‘¿cómo está Inés?’). La transformación ocurre por razones fónicas, de ahí que se produzca siempre que la palabra siguiente comience por /i/, aunque no se escriba con i- o hi- por tratarse de una voz extranjera: Iberia e Easyjet [ibéria e isiyét]; y que no se produzca si la palabra que sigue no comienza por /i/, aunque se escriba con i- o hi-: Franco y Hitler [fránko y jítler].

Análogamente, la o disyuntiva se transforma en u cuando la palabra siguiente comienza por /o/ (en la escritura o- u ho-): uno u otro; vertical u horizontal. También ante números escritos con cifras que oralmente empiezan por /o/ (Había unas 7000 u 8000 personas) y en disyunciones correlativas en las que se repite la conjunción ante cada una de las opciones (Los hornos antiguos eran o circulares u ovalados; U obtenemos beneficios ya o tendremos que cerrar).

• Cuando el fonema /i/ es átono y va en posición final de palabra precedido de otra vocal con la que forma un diptongo, o de dos con las que forma un triptongo: ay [ái], carey [karéi], hoy [ói], Uruguay [uruguái] (hay algunas excepciones, siempre en palabras procedentes de otras lenguas: agnusdéi, Hawái, Hanói, moái, saharaui; en algunos préstamos se admiten ambas grafías, siendo mayoritaria en el uso la citada en primer lugar: bonsái / bonsay, paipái / paipay, samurái / samuray).

Si el fonema /i/ final precedido de vocal es tónico, se representa con la letra i: benjuí, caí, chií, sonreí (salvo en muy, donde la /i/ final se representa con y aun siendo tónica para buena parte de los hispanohablantes).

Es ajena a la ortografía española la y final precedida de consonante. Por ello, los nombres familiares o hipocorísticos terminados en /i/ precedida de consonante, cuando proceden de nombres de pila españoles, deben escribirse con -i (y no con -y, como a veces se hace por influjo del inglés): Cati (de Catalina), Dani (de Daniel), Mari (de María), Toni (de Antonio). Para la adaptación de voces extranjeras que terminan en y precedida de consonante, → pág. 164.

En posición inicial o interior de palabra se admite el uso de y con valor vocálico solo en ciertas circunstancias: cuando a una forma verbal terminada en y se le añade un pronombre (haylas, voyme); en algunos topónimos y antropónimos, y en sus derivados, bien como vestigio de la antigua ortografía castellana, en que era normal el uso de esta letra con valor vocálico en cualquier posición (Ayllón; Guaymas, guaymeño o guaymense; Yrigoyen; Goytisolo), bien por tratarse de nombres propios foráneos (Seychelles, seychellense; byroniano); y en siglas y acrónimos (YPF [Yacimientos Petrolíferos Fiscales], BOCYL [Boletín Oficial de Castilla y León], pyme [pequeña y mediana empresa]).

Salvo en los casos que se acaban de señalar, la ortografía del español no admite hoy el uso de y con valor vocálico en posición inicial o interior de palabra (para la adaptación de los extranjerismos que presentan una y vocálica en interior de palabra, → pág. 164).

Cuando a una palabra terminada en y se le añade una s para formar el plural, la -y del singular debe transformarse en -i-: espráis (pl. de espray), gais (pl. de gay), jerséis (pl. de jersey).

1.4.1.3

/u/. El fonema /u/ puede aparecer representado en español con dos letras: la u (que en determinados casos debe escribirse con diéresis: ü) o la w.

a) La u es la letra genuinamente española para representar el fonema /u/ y puede hacerlo en cualquier posición: untar, causa, cuerda, tribu, tú.

La u debe escribirse con diéresis cuando, precedida de g y seguida de e o de i, tiene sonido propio: cigüeña, pingüino. Así se distingue de los casos en que la u es simplemente el segundo elemento del dígrafo gu con el que se representa en español el fonema /g/ ante las vocales e, i: juguete, águila.

No debe trasladarse la diéresis de una palabra que la requiera al resto de las voces de su familia si estas no cumplen los requisitos para llevarla: ambigüedad, pero ambiguo; averigüe, pero averiguar. A su vez, deben escribirse con diéresis los derivados que así lo precisen, aunque no la lleve la palabra a partir de la cual se forman: agüita (de agua), lengüeta (de lengua).

En español, con muy pocas excepciones, se escribe siempre h delante de los diptongos /ua/, /ue/, /ui/, tanto a principio de palabra como de sílaba (→ pág. 25): huacal, huérfano, huincha, marihuana, parihuela, etc. Normalmente se suele articular ante el diptongo un refuerzo consonántico cercano al fonema /g/; así, palabras como hueso, huevo, marihuana o chihuahua suelen pronunciarse aproximadamente [guéso], [guébo], [mariguána] y [chiguágua]. Este hecho ha alcanzado a veces reflejo en la escritura, de forma que algunas palabras que comienzan por las secuencias gráficas hua, hue, hui, o que las contienen, pueden escribirse también con gua, güe, güi, como en los casos siguientes (se cita en primer lugar la variante mayoritaria): huaca / guaca, huacal / guacal, huincha / güincha, huipil / güipil, correhuela / corregüela o marihuana / mariguana, entre otros muchos.

b) La w representa el fonema /u/ —o la secuencia /gu/ cuando dicho fonema forma diptongo con la vocal siguiente— en la mayoría de las palabras de origen inglés en las que se ha conservado esta letra en su paso al español, como sándwich [sánduich o sánguich], waterpolo [guaterpólo], web [guéb] o wéstern [guéstern]. También en voces transcritas al alfabeto latino procedentes de lenguas orientales, semíticas o indígenas, incorporadas a menudo a través del inglés, como taekwondo [taekuóndo], wau [guáu] o kiwi [kígui]. En otros casos se trata de derivados de nombres propios que ya contienen esta letra, como darwinismo [darguinísmo] (de Darwin), hawaiano [haguayáno] (de Hawái) o taiwanés [taiguanés] (de Taiwán).

Cuando la w va precedida o seguida de letras que ya representan el fonema /u/, suele pronunciarse como /b/ en muchas áreas del ámbito hispánico para diferenciar su articulación de la de las letras contiguas: Kuwait [kubáit], kuwaití [kubaití], hollywood(i)ense [jolibud(i)énse].

Algunas voces foráneas con w en su grafía originaria se han adaptado al español trocando la w en u —letra más natural en español para representar este fonema—, como suajili (del ingl. swahili) o suéter (del ingl. sweater), o los topónimos Botsuana, Malaui, Lilongüe o Zimbabue (que sustituyen a las grafías anglicadas Botswana, Malawi, Lilongwe y Zimbabwe). En algún caso se dan por válidas ambas grafías, como en laurencio / lawrencio o taekuondo / taekwondo.

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    Ortografía básica de la lengua española [en línea], https://www.rae.es/ortografía-básica/uso-de-las-letras/la-representación-gráfica-de-los-fonemas/la-representación-gráfica-de-las-vocales. [Consulta: 30/06/2024].

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