embeleso

Diccionario histórico del español de Canarias

embeleso

 

embeleso. m. Sueño ligero y de corta duración.

                c1860 Pérez Galdós Voces (p.105): Embeleso.

                1924 Millares Léxico de GC (p.60): Embeleso. Sueño ligero, superficial y de corta duración. «Cojer un embeleso»: quedarse adormecido un breve rato. Toda la noche he estado desvelado. A la madrugada, apenas si pude cojer un embeleso. 1926 Millares Canariadas (p.12): [...] el compadre Molina se acercó a la cama para despedirse de Casildita, ésta, que había cogido un embeleso, abrió los ojos y dijo [...]. 1933 Valenzuela Vocabulario etimológico (p.42): Embeleso. [...] Ninguna de estas acepciones se ajusta al verdadero sentido que tanto en Canarias como en Andalucía se da a esta voz, que no es otro que el de adormilarse [...]. 20-vii-1942 (1976) Guerra Cuentos i (p.319): Una ancha pausa, con su embeleso y todo. Hasta que llega Gregorio Liria, que reanima el cotarro con sus noticiones. 1951 (2008) Doreste Manojo de tollos (p.52): Trabaja que trabaja por el día pa arrejundir y aluego cuatro horas de embeleso pa dir tirando [...]. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.97): María del Pino, la Primorosa, no pegó un ojo en toda la santa noche. Fue un desvelo sobre largo, agoniado. Cuando alguna vez, vencida por el tremendo estirón de las horas caía en un embeleso, saltaba de pronto, dolorosamente oprimida, con un grito a flor de la boca.

¨El drae-01 la recoge con unos sentidos más amplios, registrados también en Canarias: «Efecto de embelesar o embelesarse» y «Cosa que embelesa. Esta escena es un embeleso».

2. Belesa [= arbusto ornamental de la familia de las Plumbagináceas, de propagación fácil mediante estacas, que se planta comúnmente como adorno a orilla de los canteros y cercas. Tiene virtudes narcóticas (Plumbago capensis)].

                c1887 (1991) Castañeyra Memoria (p.55): Flores. [...] embeleso [...]. 1896 (1907) Millares Carta de La Habana (p.43): En el patio irregular, empedrado á trechos, crecían aromeros, embelesos y albahacas, aquí rastreando por el suelo, allí escalando las blancas tapias. 9-vii-1898 Jable (La Opinión, p.1): El macizo postigo de tea, con peso y campanillas, el patio empedrado donde crecían embelesos, aromeras, jazmines y hasta un grupo de plataneras, alrededor del pozo de agua salobre.

                12-iv-1931 Jable (Voz del Norte, p.3): Los tarajales añosos, descolgajan lágrimas de follaje sobre un intrincado seto de «embelesos». 15-vi-1946 Jable (Falange, p.4): Glicinas en cataratas malva oscilando a nieve de sus manojos de flor; jazmines, madreselvas, abisales embelesos sin olores; un estallar de erguidas rosas distintas y el viento delgado al cruzar por el maizal aventaba el húmedo olor de las «legumes» del pasto... 7-xii-1948 Ibídem (p.4): En el centro, un poco lejanas, las casas de Tafira Alta, las villas de recreo de Monte Lentiscal y Monte Coello, un conjunto de jardines de heliotropos y embelesos.

¨El aleican i (215 «Marrubio (Marrubium vulgare)») la recogió en Lanzarote pero, según los datos del decan i, se utiliza esta denominación también en Fuerteventura, Gran Canaria, La Palma y Tenerife. En Cuba la incluyó Pichardo en el «Suplemento a la E Vozes corrompidas» y la Academia la ha considerado como cubanismo desde la edición de 1936-39 del drae. Confirman su empleo actual en la isla antillana Haensch/Werner Dicc. esp. Cuba, que especifican que se trata de una planta «de origen africano y se cultiva en Cuba como ornamental en jardines, canteros y cercas». El damer informa que no solo se usa en Cuba sino también en el Sureste de México.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

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