Capítulo 11. Uso de las mayúsculas

11.2. Funciones de la mayúscula

La mayúscula cumple en español las siguientes funciones:

a. La mayúscula inicial

marca el inicio de enunciados, párrafos y otras unidades del texto;

marca y delimita los nombres propios (Pilar Torres, Buenos Aires), así como las expresiones pluriverbales que se comportan como nombres propios. La mayúscula inicial puede aparecer en todas las palabras significativas (Consejo General del Poder Judicial) o solo en la primera palabra, en combinación con la cursiva o las comillas (→ 15.5.1.2a y b, y 10.8.1.3):

Publicó el artículo «Casualidad o causalidad» en la Revista de Filosofía Contemporánea.

b. La escritura enteramente en mayúsculas

mejora la legibilidad de textos cortos informativos (NO APARCAR);

forma e identifica las siglas (TS, RAE);

forma e identifica los números romanos (XXI).

No son funciones de la mayúscula

a. Señalar la relevancia

La mayúscula se ha empleado en ocasiones en el pasado para marcar en la palabra el respeto o relevancia otorgados social o individualmente a determinadas personas o realidades: papa, rey, misa, patria, bandera... También se ha empleado para destacar conceptos considerados relevantes en determinados ámbitos o contextos: humanidad, naturaleza, derecho... Dado que se trata de nombres comunes y su aplicación es subjetiva, se recomienda prescindir del uso de la mayúscula en estos casos o, al menos, restringirlo al máximo.

b. Distinguir significados

Tampoco debe utilizarse la mayúscula para distinguir sentidos diferentes en palabras con varios significados. Solo cuando un sustantivo que cuenta con varias acepciones se emplea para designar una entidad institucional debe escribirse con inicial mayúscula, como sucede con Estado, Gobierno, Iglesia o Parlamento (→ 11.4.1.3).

Los textos jurídicos cuentan con una gran profusión de este tipo de mayúsculas no justificadas que, en muchas ocasiones, responden a la perpetuación de usos y fórmulas no acordes con la norma actual o que incluso la contravienen. Por ello, se debe poner especial cuidado en evitarlas.

Las normas de aplicación de las mayúsculas son en su mayor parte sencillas y preceptivas, si bien existen contextos en los que puede optarse por emplear la mayúscula o la minúscula en función de distintos factores, sin que ninguno de los dos usos pueda considerarse incorrecto. Dado que la mayúscula es la forma marcada y excepcional, siempre que exista duda en su aplicación debe seguirse la recomendación general de utilizar con preferencia la minúscula.

     

    Real Academia Española y Consejo General del Poder Judicial:
    Libro de estilo de la Justicia [en línea], https://www.rae.es/libro-estilo-justicia/uso-de-las-mayúsculas/funciones-de-la-mayúscula. [Consulta: 30/06/2024].

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